Desde el 14 de septiembre está disponible para descarga A Feast of Consequences, el décimo álbum en estudio de Fish como solista. Se publica cinco años después del 13th Star, el disco anterior.
Fish es más conocido por los éxitos de Marillion con él como vocalista (léase Kayleigh, Lavender y un par más). Desde 1988 viene trabajando solo, con distintos niveles de éxito.
Un tema interesante de este disco es que ha sido un proceso documentado en el blog de Fish, y como todo proceso de autoproducción no ha sido todo coser y cantar: más bien al revés. Además, este disco marca el retorno de Fish tras un par de operaciones a las cuerdas vocales, que alguna vez tuvieron la continuidad de su carrera en duda. Es un disco que ha tenido acaparada la atención de quienes gustamos del trabajo de Derek William Dick (o sea Fish), y finalmente podemos exhalar tranquilos. Es un trabajo excelente, y se entiende la satisfacción de Fish por él.
El disco tiene la siguiente formación:
- Fish (Derek W. Dick) – Voz/Letras
- Robin Boult – Guitarra
- Steve Vantsis – Bajo
- Foss Paterson – Teclados
- Gavin Griffiths – Batería
- Elisabeth Troy Antwi – Voz
La gráfica del disco es otro punto fuerte, a cargo de Mark Wilkinson y su mujer, Julie. Es un trabajo notable, y como mejor se puede apreciar es en la edición de lujo, que incluye un libro de 100 páginas con un montón del trabajo de Mark y Julie.
La Suite High Wood, que dura cerca de media hora es en verdad la médula del disco. Se origina en un viaje de Fish al cementerio de High Wood en Somme, Francia. Los dos abuelos de Fish participaron en la primera guerra mundial, y ahí se establece una conexión entre lo personal y la historia impersonal. Muy bien lograda, con un excelente tratamiento del tema, sin excesos y con respeto. Un excelente trabajo, sin desmerecer el resto del disco.
Las canciones del disco son:
Perfume River
El disco abre con Perfume River, inspirado en una visita a la ciudadela de Hue en Vietnam. Es un tema largo, de casi 11 minutos, que podría catalogarse como varios temas en uno. En Hue hubo una batalla importante en 1968, en la guerra de Vietnam. Las tropas estadounidenses y survietnamitas «recuperaron» la ciudadela, al costo de su total destrucción. El disco comienza bajo el signo de la guerra.
All Loved Up
La descripción de la celebridad desechable y la lógica del reality.
Humiliation, I don’t really care,
I’ll be outrageous,
I’ll be the king of the freak show,
To get the exposure; I’ll do whatever it takes
to sign the contract,
I don’t really care
I’m all loved up
Es un tema que no es para nada épico. Medio popero, y algo pegajoso. Una suerte de «himno del famosillo».
Blind to the Beautiful
Esta es «una canción de amor para la Madre Tierra, más que para una entidad humana.» Tema oscuro, pero con un brillo de esperanza que permanece. Es una balada sin mucha onda hasta que llegamos a la sección de cuerdas. Sube de pelo inmediatamente ahí.
A Feast of Consequences
La infaltable canción sobre rupturas amorosas, que al parecer es el lado fuerte de este hombre. Buena y pegajosa. Este tema es Fish de cuerpo entero: buenas líneas, la pica de «Incubus» o «Shadowplay» mostrándose en forma más reposada.
High Wood
Aquí comienza el plato fuerte del álbum. Esta suite consiste de temas independientes que son High Wood, Crucifix Corner, The Gathering, Thistle Alley, y The Leaving. Tratan sobre la batalla del Somme en la primera guerra mundial. Es en verdad el plato fuerte.
Comienza con texto hablado, y es un tema que tiene a Grendel, Learning to Fly de Pink Floyd y harto más. muy bien logrado, tanto a nivel musical como de letras, que es lo que este hombre está haciendo cada vez mejor.
Crucifix Corner
Comienza mucho más tranquilo que el anterior, y va agarrando inercia en la descripción de los horrores de un día de combate en la guerra de trincheras de la primera guerra mundial. Forgotten Sons y Vigil se asoman en los parecidos.
The Gathering
Este tema rezuma el optimismo que transmite la máquina de propaganda del país que va a la guerra y necesita reclutas. Se desarrolla y termina en una nota harto más realista.
Thistle Alley
Esta es una de esas canciones narradas. Narra el contexto del trabajo del abuelo materno de Fish, excavando trincheras en la guerra de desgaste de mediados de 1916. Las trincheras eran excavadas en lo que era un cementerio, lleno con los cadáveres de los combatientes caídos anteriormente en batalla.
El abuelo de Fish volvió de Francia en 1919. Nunca habló de lo que le pasó ahí.
The Leaving
Este es el epílogo de la suite.
The men returned, the war was over
The bells rang out, a country cheered
Behind their eyes they stored the horrors
Behind their smiles they hid their fears
The medals and the honours were handed out
to those who served
The letters of condolences were kept
Reminding generations of the sacrifices made
The suffering and the torment
of the men most never knew,Lest we forget
The Other Side of Me
Introspección. La introspección del autoredescubrimiento –una vez más– al salir de una relación. Casi conversada al inicio,
The Great Unravelling
Con un dejo a The Short Straw, este tema cierra el álbum. La voz de Elisabeth Troy Antwi –presente en todo el disco– se destaca aquí. Aquí se retoma el tema del cierre de relaciones, en el cierre del disco.
The seeds that we sow today
The loose ends we tie and nurture
The threads that we spin and weave
To uncertain futures we usher them
into the light
Into the light, into the lightImprint the knowledge,
pass the message on
I know I have to let you goOne day I have to
say goodbyeI know that I will have to leave and give up to the light
Into the light
En resumen, un excelente álbum, cuya espera bien valió la pena, después de altos y bajos, de problemas de salud, comerciales, y hasta con la imprenta.
Fish ha crecido. Está más viejo, sin tanto registro ni potencia en la voz, pero más matizado y con una habilidad en la escritura que va mucho más allá de los excesos del talento sin autodominio de Charting the Single.
Esperamos que este excelente disco tenga el éxito que se merece: es quizá lo mejor que ha hecho Fish.
Si te gusta Fish, compra el disco. Vale la pena.
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